EL


Me acerqué sigiloso entre la multitud, y sin que nadie me viera, te quité los clavos, removí la corona de espinas,
te descolgué de tu cruz y te dí mis alas.
Y te vi volando libre ante el asombro de todos los que quisieron ejecutarte.
Libre como tu propia decisión de liberarnos, como tu vida, no atada a ningún canon, como el barquero del río, que
elige la orilla de su destino.
Desatado de tu cruz, te vi volando en dirección al sol, con mis alas abiertas.

Porque naciste en mí, ya no vas a morir, no importa cuántos vengan a buscarte, no te pueden encontrar, porque no
estás oculto, ya que cuanto menos te ocultas, más invisible eres.

Y con mis alas vuelas y con mis alas vives.

No importa cuántos te mueran, yo te traigo a la vida.




Eloy Domínguez 2014

 

 VOLVER