Usted sane su espíritu, que él sanará su cuerpo.

La idea de esta frase no corresponde a una sanación o curación en sí misma. No existe forma de curar al espíritu, porque éste no enferma.

Es vuestra creencia la que le hace pensar a usted que su espíritu está enfermo, pero en cuanto ya usted sabe que su espíritu está tan sano como en el comienzo de su existencia, es ahí cuando al cambiar su creencia, desaparece toda ilusión de enfermedad de su espíritu.

Y de inmediato comienza el proceso natural de sanidad que tenemos todos.

 

 

ELOY
24/08/2014

 

 

 

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